Bob Dylan
Chica negra
Chica negra
ha sido engañada
no es mala
pasada por una
chimenea
pasada por un
gallinero
vestida de negro
mono plateado
en su espalda
criada negra mamá
borracho papá
haciendo los peores
trabajos
en medio de la ley
diez hermanos
con cara de rata
lápida dispuesta
zanja cavada
y falta de caricias
escalera de servicio
asfixiándose
chica negra
devuelve el golpe
roba, empeña
vive del oficio
se sienta y espera en
la boca de riego
le gusta el calor
sus ojos encuentran
un grupo de
huelguistas
tú hablas del orden
ella empeñaría
el mundo
por un dólar
veinticinco
chica negra
vestida de negro
saco de yute
a punto de reventar
ha estado ausente
continúa
yo mismo me entrego a
ti
para que me empeñes
Para Francoise Hardy
A la orilla del sena
una sombra gigante
de Notre Dame
busca agarrarme del
pie
estudiantes de la
Sorbona
dan vueltas en
bicicletas ligeras
arremolinando colores
naturales del cuero que giran
la brisa bosteza comida
lejos de las panzas
de
Erhardt reuniéndose
con Johnson
pilas de amantes
pescando
besándose
se tumban sobre sus
libros, botes
hombres viejos
con sus bigotes
ensortijados
flotan en los bancos
montones de turistas
en camisa de nylon
rojo vino
con sombrero de paja
de embajador
(ahora ya no puedo
oír al perro
de Nixon ladrar)
se alejarán siguiendo
la corriente
mientras el sol se
pone
las puertas del río
están abiertas
debo recordar que
también yo toco la
guitarra
es fácil quedarse
aquí
más amantes pasan
sobre motocicletas
enlazados
desde los muros del
agua entonces
miro a lo que llaman
la margen derecha
y envidio
a tu
tocador
de trompeta.
Podría hacer que te arrastraras si me lo propusiera
«Podría hacer que te arrastraras
si me lo propusiera»
dijo mordiendo un
bocadillo
entre movimiento y
movimiento de ajedrez
«¿para qué quieres
hacer que
me arrastre?»
«he dicho que podría»
«podrías hacer que me
arrastrara»
«sí, hacer que te
arrastraras»
«umm, eres un tipo
muy extraño»
«no, simplemente
juego para ganar,
es todo»
«bueno, si no puedes
ganarme,
es que eres el peor
jugador
con quien haya
jugado»
«¿qué quieres decir?»
«quiero decir que
siempre pierdo»
apretó la mandíbula y
respiró
profundamente
«mm, ahora vengo que
ganarte»
inmediatamente y
dentro del cuadrilátero
Juno toma veinte
píldoras y
pinta todo el día. la
vida dice
es un asunto de
primera importancia en las afueras
de Chicago, una
clínica privada para drogadictos
de caso grave cura a
innumerables
sencillas amas de
casa enganchadas
por narcóticos de
droguería, legalmente
vendidos para tener
limpia la cocina.
Lenny bruce exhibe
sus rudimentarias
películas en la
séptima avenida, mientras un
grupo de mujeres
introduce furtivamente pequeños
comprimidos blancos
dentro de zapatos, medias, sombreros
y otros escondrijos,
los periódicos
no dicen nada de
esto, Irma se va a Israel
y me escribe que allí
odian a los nazis
mucho más que
nosotros aquí,
Eischman muere, sí, y Alemania
occidental manda a un
anciano y acicalado
ermitaño de la
gestapo, de ochenta años, a
la penitenciaría, en
Berlín este
Renata me dice que
debo llevar
corbata para entrar a
un lugar al
que quiero ir, de
vuelta aquí, un viejo
culto con una bandera
rebelde sobre
el letrero de hogar
dulce hogar dice que él no
votará a Goldwater.
«habla demasiado».
debería tener la boca
cerrada»
camino entre patios
traseros y veo
a un muchachito con
una pluma en el pelo
muerto sobre la
hierba. se levanta
y le tiende la pluma
a otro muchachito
que acto seguido se
desploma. «ahora me
toca a mí ser
el bueno. Toma, piel
roja» bang bang
Henry Miller está al
otro lado
de la mesa de ping
pong y sigue
hablando de mí. «le
has preguntado
al compañero poeta si
quiere
algo de beber» le
dice a
un tipo que se ofrece
a llevar las bebidas
dejo caer mi raqueta
de ping pong
y miro hacia la
piscina. Mis peores
enemigos no me
humillan
de manera tan
misteriosa.
un estudiante
universitario me persigue con un
micrófono y un
magnetófono.
¿qué piensa usted del
partido
comunista? ¿Cual
partido comunista?
suelta nombres y
números.
no puede contestar mi
pregunta. Lo
intenta con todas sus
fuerzas. Yo le digo «no tienes
por qué responder a
mi pregunta» se
queda muy afectado.
Le digo
no hay respuesta mi
pregunta
no más de lo que haya
para la
tuya, la noria da
vueltas
en un parque de
California y el cielo tiembla.
se vuelve rojo. Sobre
dedos apuntados.
Le digo a una
periodista que sí
que estoy
monstruosamente contra
el comité de
actividades anti norteamericanas
y también contra la
CIA y le suplico que por favor
no me pregunte por
qué ya que llevaría mucho
tiempo explicarlo me
pregunta sobre
la humanidad y le
contesto que no estoy muy seguro
del significado de
esa palabra. Quiere que
diga lo que ella
quiere que diga. Quiere
que diga lo que pueda
entender.
Un hombre gordo y
flemático
con el estómago
prestado da a su mujer
una sonora bofetada y
arremete contra una
manifestación de los
derechos civiles. Mientras una
extraña muchacha me
persigue por Smoky Mountain
tratando de averiguar
bajo qué signo nací.
yo tomo a Allen
Ginsberg para que se junte con un hermoso
grande y fantástico
artista y prohibido el paso a los demás
las tablas tapan todo
lo que hay que ver.
Desahucio. Gangrena
infecciosa y
bombas atómicas.
Ambas cosas existen únicamente
porque hay alguien
que busca
beneficio. El
muchacho pierde la vista.
se convierte en un
piloto de aeroplano. La gente
golpea su pecho y el
de los demás e
interpreta la Biblia
de manera que se ajuste a sus
ideas. Respeto es una
palabra mal interpretada
y si el mismísimo
Jesucristo pasara
por estas calles, el
Cristianismo
volvería a empezar.
De pie
sobre el escenario de
toda la tierra. los insectos
juegan en su propio
mundo. Las serpientes
se arrastran entre
los yerbajos. Las hormigas vienen y
van por el césped.
Las tortugas y los lagartos
se abren camino por
la arena. Todo se
arrastra. Todo...
y todo sigue
arrastrándose
Odiaba a Enzo
Odiaba a Enzo
le odiaba
tanto que pude
haberle matado
él era vil y
abominable
y después de lo que
pudo conseguir
yo estaba seguro de
ello
mi amada se encontró
con él
en un país lejano
y se quedó allí mucho
tiempo
por él he gruñido
hasta quedar exhausto
que la estaba
haciendo feliz
nunca le conocí
algunas veces le
vería
en mi techo
pude haberle
disparado
vagabundo farsante
idiota romántico
conozco a los hombres
porque
yo también lo soy
el veneno balancea
sus péndulos
con sensación de
mareo
y yo quería
pisotearle
quería masacrarle
quería matarle
yo quise con tanta
fuerza ser como él
que eso me hizo daño
yo odiaba a Enzo
Miguel Ángel hubiera llorado
Miguel Ángel hubiera llorado
si hubiese visto una
sola vez dónde dormía Charlie
(para, Charlie, temo
que te hayas ido
más allá de los
límites de donde estabas cuidado)
¿qué precio qué
precio qué precio desgracia
por dormir sobre una
cara de querubín?
Una amazona
Una amazona
con un asombroso
parecido a pancho villa
hace dedo en la
autopista
bajo un sol de fuego
contando los coches
que pasan de largo
zuum coge ese
coche patrulla
que ha dado la vuelta
sí, conocí a zapata
bien
algunos de mis amigos
mis mejores amigos
tenían el mismo
aspecto
que el japonés
en determinados
momentos
yo mismo pienso que
son
admirables. fabrican
grandes radios
¿has visto a Liz
Taylor
ahí?
la mochila es pesada
hay tinta
resbalando por sus
correas polvorientas
amarillo
no está lejos
yo también me dirijo
allí
no necesitaré suelos
fregados
ni que me doblen la
voz
o cualquier otra cosa
no necesitaré nada
un avión va a tientas
por el cielo
debo llenar a
trinidad
esta noche
un tejano vestido de
platillo volante
cubierto de gemelos
comió un filete de
desayuno
y ahora el radiador
de su coche
ha reventado en la
carretera
de vuelta aquí, un
Mercury
convertible modelo
sesenta y tres
se estrella contra
una chica
y diez pájaros
acaban de cruzar
la frontera de
colorado
El pequeño Johnny
Johnny (el pequeño Johnny)
con el martillo de su
padre
clavó cinco moscas
en la ventana de la
cocina
atrapó cinco crías de
abejorro
en botellas de zumo
de naranja
azotó en las
costillas a
su hermano pequeño
y metió la mano de su
hermana
en el triturador de
basura
agradable Johnny
la estrella de fútbol
de papá
dijo el nombre de
todas las chicas
que lo hacían
él lo hizo
y nunca conoció
a ninguno que no lo
hiciera
poderoso Johnny
Johnny mal perdedor
malo en matemáticas
pero sus padres lo
arreglaban
se emborrachaba
demasiado en los bares
y sus padres también
arreglaban eso
cariñoso Johnny
johnny con su pelo
cortito
limpio
bien moldeado
algo de lo que sus
padres
podían estar
orgullosos
sin importarles lo
que le costó a él
un ejemplo de hombre
fuera de lugar
pero sus padres
no pudieron comprarle
una plaza en la
universidad
donde él quería ir
Johnny el genio
Johnny el malhumorado
Johnny el golpeador
chocó su
«toma hijo ten un
coche buen muchacho»
Cadillac contra
un «me importa un
pepino»
puente de ferrocarril
sus padres todavía le
ayudaron
se compraron pañuelos
y johnny tuvo
montones de flores
y así mientras los
radios de las ruedas
penetran desde
alturas peligrosas
precipitándose
a través de suaves
almohadones,
hay un sonido
que resuena
ninguna alabanza
ninguna alabanza
pero tú debes
saber del pobre
johnny
para oírlo
Me hablas de política
Me hablas de política
esto y aquello
hablas de ratas,
gansos.
Un mundo de paz
tropiezas y
tartamudeas
das un puñetazo
y yo te digo que no
hay política
tú maldices
dime ¿ cuanto te
preocupa ?
enseñas al hombre del
mostrador
guardándote una
cajetilla de tabaco
y yo te digo que no
hay política
me hablas de tumbas
de
rufianes. Excéntricos
y delatores
y de lo que has leído
y de cómo deberían
ser las cosas
y de lo que harías
si...
y yo digo que alguien
ha estado
estropeándote la
cabeza
pegas un salto
elevas la voz
y tú mismo vuelves
al tono de los
principios
tu brazo está en alto
y yo te digo que no
hay política
por la tarde corres
para asistir a citas
con falsos amantes
y eso te deja
vacío por la noche
me haces preguntas
y yo te digo que cada
pregunta
si es sincera
puede ser contestada
preguntándotela
das unos pasos
te enfadas
yo te digo que eso no
tiene nada que ver con
Gertrude Stein
vuelves los ojos
hacia la radio
y me dices que
vaya tierra baldía
existe en la televisión
desbarras y
despotricas
sobre la pobreza
tus dedos se
arrastran por la pared
la puerta de rejilla
deja marcas negras
en tu nariz
tu aliento queda
sobre el cristal de
la ventana
posters de corridas
de toros cuelgan doblados sobre tu cabeza
y el teléfono suena
incesantemente
me dices cuánto he
cambiado
como si eso fuera
todo lo que tu
boca tuviera que
decir
mientras hablas por
teléfono
en un tono de voz
completamente
distinto
al que tenías hace un
minuto
cuando me hablabas de
otra cosa
yo digo ¿qué es eso
de los cambios?
tú dices
«emborrachémonos»
enciendes un
cigarrillo
«y vomitemos en el
mundo»
te vas al armario
murmurando sobre la
falsedad de las religiones
y de los dirigentes
nacionales espasmódicos
yo digo de acuerdo
pero
también vaciedad
sagrada
si, santidad vacía
y que algunos de mis
mejores amigos
conocen a gente que
va a la iglesia
tú estallas
das portazos
dices «¿no se te
puede decir nada?»
yo digo «¿Tu qué
crees?»
te ríes
y dices «¿ah siiii?»
voy a cavar la charla
digo
y te alcanzo tu
abrigo
sepultado bajo
montañas de panfletos
yo digo que tu casa
está sucia
tú dices que quién
soy yo para hablar
tu pasillo apesta
cuando
lo atravesamos
las escaleras se
ladean violentamente
tu barandilla está
podrida
y hay sangre
en el fondo de los
peldaños
tú dices de juntar
ladrillos con ladrillos
y yo te digo de
juntar ladrillos con tiza
me cuentas grandes
planes para el piso
y yo te hablo de una
taquilla de apuestas
en Boston que da
ventaja en el carrera
presidencial
no pienso apostar por
algún tiempo digo
unos muchachitos
juegan a los dados
en el depósito de
basura del callejón
tú dices «nada es
perfecto»
y yo te digo otra vez
que no hay
política
La alta traición navega
La alta traición navega
revela
su última canción
nupcial
bang cantan las
campanas
la plegaria del pobre
el arroz se separa en
flor
vuela en formación de
flota
lazos en las calles
blancos como sábanas
(un cigarrillo
mejicano)
la gente ha sido
preparada
para que intente
olvidar
que toda
su vida es una luna
de miel
terminada demasiado
pronto
yo no me dejo atrapar
por toda esa
podredumbre
mientras desaparezco
carretera abajo
con una actriz
hambrienta
en cada brazo
(para lo bueno o lo
mejor
en la enfermedad y en
la locura)
te tomo
ya estoy casado
así que continuaré
como un
fiel casado
ah bella rubita
me guías ciegamente
estoy sobre la grava
y en la parte baja de
la escala
por nuestro
aniversario
puedes sacarme de
quicio
clink canta la torre
clang cantó el
predicador
dentro del altar
fuera del teatro
el misterio falla
cuando la traición
prevalece
el olvidado rosario
se clava
a una cruz
de arena
y hombres ricos
clavan la vista en
los murales de su
colección personal
todo esta perdido
Cenicienta
todo está perdido
Corre vete sal de aquí
Corre vete sal de aquí
rápidamente
vete Joshua
lárgate
prepara tu batalla
haz lo que sepas
yo perdí mis gafas
no puedo ver Jericó
el viento enreda
mi pelo
nada parece
estar bien
ahí
no no iré contigo
no puedo ir contigo
sobre el puente de
Brooklyn
estaba inclinado
y de pie en el borde
había un predicador
hablándole
estuve cambiando de
posición continuamente
para poder ver desde
todos los ángulos
por un lado y otro de
los cuellos
estirados
y las cosas
la policía contenía a
la gente
la señora que está a
mi espalda
irrumpe en mi ingle
«enfermos enfermos
algunos están realmente enfermos»
como el número
circense del trapecio
«oh espero que no lo
haga»
él estaba al otro
lado de la barandilla
sus ojos
terriblemente abiertos
bañado por el sudor
boca de tiburón
las sucias mangas de
la camisa subidas
los brazos gruesos y
tatuados
y llevaba un reloj de
plata
echándole una rápida
ojeada yo podría decir
que estaba
inútilmente sólo
no puede quedarme
allí mirándole
no puede quedarme
allí mirándole
porque de pronto me
di cuenta de que
en lo más profundo de
mi corazón
deseaba realmente
verle saltar
(una multitud. cada
persona sabe
que todos ellos saben
y ven lo mismo.
tienen la misma cosa
en común.
pueden mirar a los
demás con absoluta inexpresividad
no tienen que hablar
y no se sienten culpables
de no tener nada que
decir. Tedio diario
empapado por la
felicidad temporal
de que haya terminado
finalmente su búsqueda
por encontrar una
manera de compartir el gran desengaño
de un picnic de
sangre. Todas las multitudes son iguales
y yo estaba en la
multitud cogido en su excitación)
y me alejé
tenía tantas ganas de
verle saltar
que tuve que marchar
y esconderme
la zona residencial
la zona residencial
Orchard Street
a través de toda
aquella gente
en Orchard Street
perneras de
pantalones en mi cara
«¡vengan aquí!
¡Vengan aquí!»
no necesito vestidos
y cruzo la calle
los sonidos asoman
por las bocas de
acceso
y las cajas de
zapatos cabalgan
por las grietas de la
acera
pescadores—
repentinamente me he
convertido
en un pez
pero ¿quiere
alguien ser pescador
al igual que yo
no quiero ser un pez?
(la cachonda Wanda
está
en Nueva Orleans
pasa metiendo ruido a
través
de vulgares paredes
de ladrillo llenas
de palabrotas
allá en nueva york)
no ellos no pueden
salir
de los bancos de su
río
estoy en su río
(me pregunto si saltó
realmente me pregunto
si saltó)
doblo la esquina
para alejarme del río
y para alejarme del
río
creciendo todavía
doy media vuelta
y descubro
que estoy en otro río
(esta vez. rey rex
me bendice con
cuentas de plástico
y bocinas que hacen
tut tut
anillos de papel y
cosas.
Royal Street
Bourbon Street
St. Claude and Splanade
pasa y deja
todo patas arriba
Joe b. Stuart
un poeta sureño
blanco
me da moral
atravesamos la casa a
toda mecha
una máquina de discos
resplandeciente
el jumbo se desborda
expulsados a patadas
de bares para negros
calles con atascos
estrellas hipnóticas
hacen explosión
en la noche asesina
de Louisiana
hay mucho barullo
brazo con brazo
muy drogados
tengo que verte en
Mobile luego
echar abajo al
gobernador Michael
y largarnos)
de acuerdo también yo
puedo dejar este río
en Bleeker Street
encuentro a muchos
amigos
que me miran
como si supieran algo
que yo no sé
Rocco y sus hermanos
dicen que hay
personas que
están deprimidas que
yo
no quiero oírlo
un balón de baloncesto
cae
por el aro
y yo recuerdo que
el Living Theater ha
sido arrestado
(¿saltó ya el hombre
aquél?)
arañas intelectuales
suben por la sexta
avenida
con Colts cuarenta y
cinco
asomando por
sus ombligos
y por primera vez
en mi vida
me siento orgulloso
de no estar metido en
ninguna obra maestra
de la literatura
(¿y por qué quise ver
a aquella
pobre alma muerta?)
Primero que todo dos
personas
se juntan y quieren
ensanchar
sus puertas. Segundo,
mucha más
gente ve lo que está
sucediendo y
viene a echar una mano
en el ensanche
de la puerta. Los que
llegan
no tienen sin embargo
más que un
«ensanchemos estas
puertas»
para decir a los que
ya estaban allí
desde el primer
momento. Luego sigue que
todo gira alrededor
nada más que la ideas
del ensanche de la puerta.
Tercero, ahora ya es
un grupo
y lo único que les
mantiene amigos
es que todos quieren
que las puertas se ensanchen.
evidentemente, las
puertas son ensanchadas entonces
cuarto,
después del ensanche
el grupo tiene que
encontrar
algo más que siga
manteniéndoles unidos
o
si no, el ensanche de
la puerta
resultará
embarazoso
en la calle catorce
me encuentro con
alguien
que conozco por vivir
enfrente
quiere que me
ponga nervioso
quiere que me ponga
a su nivel
con toda sinceridad
quiere arrastrarme
hasta ahí
descubro que la
gravedad
es mi única enemiga
la soledad ha cerrado
con fuerza
las manos y te lleva
a ser injusto con los
demás
todo el mundo tiene
cosas que hacer
cosas que les
mantienen ocupados
los obreros
tienen su mente
puesta
en los fines de semana
víctimas del sistema
llenan los cines
y quién y de qué
compañía sádica es él
tiene derecho
a condenar a otros
como triviales
cuál es la culpa
y a quién hay que
culpar realmente
de que un hombre
lleve un arma
es imposible que
sea él
los esclavos no son
de color especial
y los eslabones de
las cadenas
no tienen un orden
especial
que gran actor tienes
que ser
para interpretar a
Dios
(en Grecia una
viejecita menuda
una obrera
me mira
se frota la barbilla
y por señas me
pregunta
que por qué estoy sin
afeitar
«el mar es bellísimo
aquí»
replico
señalando mi
barbilla.
y ella me cree
no necesita más
respuesta que esa
yo rasgueo la
guitarra
ella baila
ríe
su pañuelo vuela
yo también me doy
cuenta de que
ella morirá aquí
junto a este mar
su muerte es seguro
que ocurrirá aquí
la mía no se sabe
dónde
y llego a pensar
que la amo)
cada día hablo con
gente
complicada en algún
rollo
bueno y malo no son
sino palabras
inventadas por
aquellos
que están atrapados
en los rollos
bajo qué fundamentos
se encuentran
las razones para el
juicio
y pienso también
que no hay
nada en ningún sitio
en ningún sitio que
tenga
ningún sentido. sólo
hay lágrimas
y sólo pena
no hay problemas
he visto que lo que
amé
se ha desvanecido.
todavía
amo lo que he perdido
pero correr
y tratar de
recuperarlo
sería muy egoísta
por el resto de mi
vida
no perseguiré a
ningún ser vivo
dentro de abrazo
carcelario
de mi amor propio
no puedo creer que
tenga
que odiar a nadie
y cuando lo haga
será sin temor
y lo sabré
ni respuestas ni
verdad conozco
para ningún alma viva
no prestaré oídos a
nadie
que me hable de
principios
no hay principios
y yo sueño mucho
así que ve jushua
prepara tu batalla
yo tengo que ir a los
bosques
un momento
espero que comprendas
pero si no lo haces
no importa
estaré contigo
la próxima vez
no pienses en mí
yo estaré bien
tú sigue adelante por
ahí
por ahí
haz lo que dices
que vas a hacer
y quién sabe
algún día
alguien podía incluso
escribir
una canción
sobre ti
Una fuerte lluvia va a caer
Oh, ¿dónde estuviste, mi hijo de ojos tristes?
Oh, ¿dónde estuviste,
querido hijo mío?
Tropecé en las
orillas de doce montañas brumosas
he caminado y me he
arrastrado en seis autopistas tortuosas
he desandado en medio
de siete bosques tristes
he estado al frente
de doce océanos muertos
he estado a diez mil
millas en la boca de un cementerio
y es una fuerte,
fuerte, fuerte
y es una fuerte
lluvia la que va a caer.
Oh, ¿qué viste, mi
hijo de ojos tristes?
Oh, ¿qué viste,
querido hijo mío?
Vi un niño recién nacido
rodeado de lobos salvajes
vi una autopista de
diamantes donde no había nadie
vi una rama negra que
goteaba sangre
vi un cuarto lleno de
hombres con martillos ensangrentados
vi una escalera
blanca toda cubierta de agua
vi a diez mil
oradores con las lenguas destrozadas
vi pistolas y espadas
afiladas en manos de niños
y es una fuerte,
fuerte, fuerte
y es una fuerte
lluvia la que va a caer.
¿Y qué oíste, mi hijo
de ojos tristes?
¿Y que oíste, querido
hijo mío?
0í el sonido de un
trueno rugiendo un presagio
oí el rugido de una
ola que hubiese podido cubrir el mundo
entero
oí a cien
tamborileros con las manos en llamas
oí a diez mil
personas susurrando y a ninguna escuchando
oí a una persona
muriendo de hambre, y oí mucha gente
riendo
oí la canción
de una poeta que murió en el canal
oí el gemido de un
payaso que lloró en el callejón
y es una fuerte,
fuerte, fuerte
y es una fuerte
lluvia la que va a caer.
Oh ¿a quién
encontraste, mi hijo de los ojos tristes?
¿A quién encontraste,
querido hijo mío?
Encontré a un niño
junto a un pony muerto
encontré a un hombre
blanco paseando a su perro negro
encontré a una mujer
cuyo cuerpo ardía
encontré a una joven
que me dio un arco iris
encontré a un hombre
herido por el amor
y a otro herido con
el odio
y es una fuerte, fuerte,
fuerte
y es una fuerte
lluvia la que va a caer.
Oh, ¿y ahora qué
harás, mi hijo de ojos tristes?
Oh, ¿y ahora que
harás, querido hijo mío?
Voy a regresar antes
de que la nova comience a caer
caminaré hacia lo más
profundo de un profundo bosque
negro
donde son muchas las
gentes y sus manos están todas vacías
donde los granos del
veneno inundan sus aguas.
donde la casa del
valle encuentra a la húmeda y sucia prisión
donde la cara del
ejecutor está siempre bien escondida
donde el hambre es
ominosa, donde las almas están olvidadas
donde el color es
negro, donde el número es ninguno
y lo diré y lo
pensaré y lo hablaré y lo respiraré
y lo reflejaré desde
la montaña para que todas las almas
puedan verlo
entonces me pararé en
el océano hasta que comience a
hundirme
pero sabré bien mi
canción antes de comenzar a cantarla
y es una fuerte,
fuerte, fuerte
y es una fuerte
lluvia la que va a caer
Con Dios de nuestra parte
Oh mi nombre es nada
mi edad importa menos
el país de donde
vengo se llama el Medio Oeste
de ahí me trajeron y
me enseñaron
a acatar las leyes
y que la tierra donde
vivo
tiene a Dios de su
parte.
Oh los libros de
Historia lo dicen
lo dicen muy bien
las caballerías
cargan
los indios caen
las caballerías
mueren.
Pues el país era
joven
con Dios de su parte.
Oh la guerra
hispanoamericana
tuvo su día
y la Guerra Civil
también fue
ventilada pronto
y los nombres de los
héroes
que hizo rememorar
con pistolas en las
manos
y con Dios de su
parte.
La Primera
Guerra Mundial, muchachos
vino y se fue
la razón para luchar
nunca la supe
pero aprendí a
aceptarla
a aceptarla con
orgullo
pues tú no cuentas
los muertos cuando
Dios está de tu
parte.
La Segunda Guerra
Mundial
llegó a su final
perdonamos a los
alemanes
y entonces éramos
amigos
aunque asesinaron
seis millones
y los frieron en los
hornos
los alemanes también
tienen ahora
a Dios de su parte.
He aprendido a odiar
a los rusos
a través de toda mi
vida
si otra guerra
viene
es a ellos a quienes
debemos combatir ,
odiarles y temerles
correr y esconderse
y aceptarlo todo
bravamente
con Dios de mi parte.
Pero ahora tenemos
armas
de polvo químico
si se las enciende
estamos forzados a lanzarlas
a apretar el botón
un disparo a lo ancho
del mundo
y nunca hagas
preguntas
cuando Dios esté de tu
parte.
Por muchas horas
negras
he estado pensándolo,
que Jesucristo fue
traicionando con un
beso
pero no puedo pensar
por ti
tú tendrás que
decidir
si Judas Iscariote
tenía a Dios de su
parte.
Así que ahora me
largo
cansado como el
demonio
la confusión que
siento
no puede ser dicha
por nadie
las palabras me
llenan la cabeza
y caen al suelo
que si Dios está de
nuestra parte
él detendrá la
próxima guerra.
George Jackson
Me desperté esta mañana
había lágrimas en mi
cama
mataron a un hombre
que yo realmente amaba
le dispararon
en la cabeza
Oh, señor, ellos
derribaron a George Jackson.
Señor, señor, y le
dejaron en la tierra.
Lo mandaron a prisión
por robar setenta
dólares
cerraron la puerta
detrás de él
y arrojaron lejos la
llave
El no aceptaba mierda
de nadie
él no se doblegaba ni
se hincaba
las autoridades lo
odiaban
porque era demasiado
real
Los guardias de la
prisión lo maldijeron
mientras lo vigilaban
desde arriba
pero estaban
espantados de su poder
tenían miedo de su
amor
A veces pienso que el
mundo entero
es un gran patio de
prisión
algunos somos
prisioneros
y otros somos
guardias.
Si los perros corren
libres
Si los perros corren
libres
por qué nosotros no
a través de la
empinada ladera
mis oídos escuchan
una sinfonía
de dos trenes, mulas
y lluvia
Lo mejor siempre está
por venir
esto fue lo que me
explicaron
ocúpate de tus
cosas
serás un rey
si los perros corren
libres.
Si los perros corren
libres
por qué no yo
a través de la
ciénaga del tiempo
mi mente teje una
sinfonía
y un tapiz de rimas
de vientos que
arrastrados a la bahía
me absorben y me
ahogan
lo suyo a cada quien
todo es desconocido
si los perros corren
libres.
Si Ios perros corren
libres
entonces lo que debe
ser
será
y eso es todo.
El verdadero amor
puede hacer
que una brizna de
hierba
crezca alta y derecha
en armonía
con el mar cósmico
el verdadero amor no
necesita compañía
puede curar el alma
puede hacerla total
si los perros corren
libres.
Señores de la guerra
Vengan señores de la guerra
ustedes que fabrican
todas las arnas
ustedes que fabrican
aviones de muerte
ustedes que fabrican
las grandes bombas
ustedes que se
esconden detrás de las paredes
ustedes que se
esconden tras los escritorios
sólo quiero que sepan
que puedo ver a
tráves de sus caretas.
Ustedes que nunca
hicieron nada
sino construir para
destruir
juegan con mi mundo
como si fuera un
pequeño juguete
ponen una pistola en
mi mano
y se esconden de mis
ojos
y voltean y se alejan
corriendo
cuando vuelan veloces
las balas.
Como el viejo Judas
mienten y engañan
una guerra mundial
puede ser ganada
quieren que me lo
crea
pero veo a tráves de
sus ojos
y veo a tráves de su
cerebro
como a tráves del
agua
que corre por mi
desaguadero.
Ustedes ajustan todos
los gatillos
para que otros abran
fuego
entonces se sientan
aparte y observan
cuando la cuenta de
los muertos aumenta
ustedes que se
esconden en sus mansiones
mientras de los
cuerpos de los jóvenes
fluye la sangre
y se hunde en el
barro
ustedes han arrojado
la peor cobardía
que jamás pudiese ser
echada
con miedo a traer
niños
al mundo
por haber amenazado a
mi hijito
aún no nacido y sin
nombre
ustedes no valen ni
siquiera
la sangre que corre
por sus venas.
Cuanto es lo que sé
para hablar de
destiempo
pueden decir que soy
joven
pueden decir que no
sé nada
pero hay una cosa que
sé
aunque sea más joven
que ustedes
sé que ni siquiera
Jesús perdonaría
lo que hacen
Déjenme hacerles una
pregunta
si es tan bueno
vuestro dinero
¿Podría comprarles
perdón?
¿Creen que lo hará?
Creo que ustedes van
a ver
cuando la muerte los
cargue
todo el dinero que
amasaron
nunca hará regresar
sus almas.
y yo espero que
mueran
y que sus muertes
vengan rápido
serguiré sus ataúdes
en una pálida tarde
y observaré mientras
los bajan
a sus lechos de
muerte
y me quedaré sobre
sus tumbas
para cerciorarme de
que han muerto.
Los tiempos estan cambiando
Vengan todos a reunirse aquí
dondequiera que
vaguen
y admitan que las
aguas
que les rodean han
crecido
y acepten que muy
pronto
estarán empapados
hasta los huesos.
Si creen que vale la
pena salvar este tiempo
entonces mejor
comiencen a nadar
o se hundirán como
una piedra.
Porque los tiempos
están cambiando.
Venga escritores y
críticos
que profetizan
con sus plumas
y mantengan bien
abiertos los ojos
la oportunidad no
volverá otra vez.
Y no hablen demasiado
rápido
pues la rueda aún da
vueltas
y he aquí que no dice
quien ganará
pues el que ahora
pierde
será más tarde el
triunfador.
Porque los tiempos
están cambiando.
Vengan senadores,
congresistas
por favor, atiendan
la llamada
no se queden en los
pasillos
no bloqueen la puerta
Pues el que resulte
herido
será quien oponga
resistencia.
Hay afuera una
batalla
y es furiosa
pronto estremecerá
sus ventanas
y derrumbará sus
muros.
Porque los tiempos
están cambiando.
Vengan madres y
padres
de todo el país
y no critiquen
lo que no pueden
entender.
Sus hijos y sus hijas
están más allá de sus
mandos
sus viejos amigos se
deterioran pronto
entonces por favor
salgan del nuevo camino
si no pueden echar
una mano.
Porque los tiempos
están cambiando.
La línea está
trazada,
la maldición está
echada,
el más lento ahora
será el más rápido después
como ahora el
presente después será pasado
el orden se marchita
rápidamente
y el primero ahora
será después el último.
Porque los tiempos
están cambiando.
Señor de la pandereta
Eh, Señor
Panderetero, toca una canción para mí,
no tengo sueño y no
hay sitio a donde pueda ir.
Eh, Señor
Panderetero, toca una canción para mí,
en la mañana del
cencerro y cascabel te seguiré.
Aunque sé que el
imperio de la tarde
se ha vuelto arena
esfumada en mi mano
me ha dejado a ciegas
aquí de pie
pero no durmiendo
todavía.
Mi fatiga me
sorprende
estoy marcado a mis
pies,
a nadie tengo que
encontrar
y la antigua calle
vacía está
demasiado muerta para
soñar.
Eh, Señor
Panderetero, toca una canción para mí,
no tengo sueño y no
hay sitio a donde pueda ir.
Eh, Señor
Panderetero, toca un canción para mí,
en la mañana del
cencerro y cascabel te seguiré.
Llévame de viaje
sobre
tu mágica nave
turbulenta
mis sentidos han sido
despojados
no puedo sentir el
apretar de mis manos,
mis pies demasiado
entumecidos para andar
confían sólo en mis
talones
para ser errante.
Estoy listo para ir a
cualquier lugar
estoy listo para
desaparecer
en mi propio desfile,
lánzame a mi paso tu
hechizo danzante
prometo que me
someteré.
Eh, Señor
Panderetero, toca una canción para mí,
no tengo sueño y no
hay sitio a donde pueda ir.
Eh, Señor
Panderetero, toca un canción para mí,
en la mañana del
cencerro y cascabel te seguiré.
Aunque pudieras oír
una risa, girando,
dando vueltas
locamente bajo el sol
no se dirige contra
nadie,
es sólo eludirse del
trayecto
y salvo por el cielo
no hay barreras
haciendo frente.
Y si oyes vagos
vestigios
de saltarines tornos
de rima
al ritmo de tu
pandereta
es sólo un payaso
andrajoso
yo no le haría ningún
caso
lo que ves es sólo
una sombra
que el persigue.
Eh, Señor
Panderetero, toca una canción para mí,
no tengo sueño y no
hay sitio a donde pueda ir.
Eh, Señor
Panderetero, toca un canción para mí,
en la mañana del
cencerro y cascabel te seguiré.
Hazme luego
desaparecer
tras los anillos de
humo de mi mente
bajo las brumosas
ruinas del tiempo
más allá de las hojas
heladas
de los encantados
árboles asustados
fuera de la ventosa
playa
lejos del funesto
alcance
de la loca tristeza.
Sí, a bailar bajo un
cielo de diamantes
ondulando libre una
mano
enmarcado por el mar
cercado por las
arenas de circo,
con todo recuerdo y
destino
profundamente
hundidos bajo las olas
déjame que olvide el
hoy
hasta mañana.
Eh, Señor
Panderetero, toca una canción para mí,
no tengo sueño y no
hay sitio a donde pueda ir.
Eh, Señor
Panderetero, toca un canción para mí,
en la mañana del
cencerro y cascabel te seguiré.
El sueño de Bob Dylan
Mientras viajaba en tren hacia el Oeste
me provocó tomar un
descanso y me dormí
soñé un sueño que me
puso triste
acerca de mis
primeros amigos.
Con los ojos nublados
clavé la vista en la habitación
donde mis amigos y yo
pasamos tantas tardes,
ahí olvidamos juntos
las tormentas
cantando y riéndonos
hasta el amanecer.
Junto a la vieja
estufa de madera donde colgábamos los
sombreros
fueron dichas
nuestras palabras, fueron cantadas
[nuestras canciones
estábamos sin hacer
nada y sin hacerlo estábamos felices
conversando y echando
pestes al mundo enfermo que
[nos rodeaba.
Con los corazones
cansados por el calor y el frío,
nunca pensamos en
ponernos viejos
creímos estar
bromeando para siempre en aquel sitio
pero nuestras
posibilidades eran una entre un millón.
Tan fácil era hablar
desde el blanco hasta el negro
así de fácil era
decir qué estaba bien, también qué
[andaba mal
teníamos muy pocas
alternativas, y jamás hubiéramos,
pensábamos
que el único camino
que habíamos deseado
volaría en mil
pedazos.
Cuantos años han
pasado y se han ido,
muchos jugadores han
ganado y perdido;
muchos caminos fueron
seguidos por mis viejos amigos
y a ninguno de ellos
he vuelto a ver jamás.
Deseo, deseo, deseo
en vano
que pudiéramos
encontrarnos de nuevo en aquel cuarto
daría diez mil
dólares por colgar mi sombrero
lo daría todo con
ganas, si nuestras vidas
pudieran ser como
soñábamos.
Hablando de New York
Vagando desde el Oeste Salvaje
dejando atrás esas
ciudades adoro lo mejor
he pasado las buenas
y las malas
hasta llegar a Nueva
York
gente bajo la tierra,
edificios levantándose hacia el cielo.
Es el invierno en
Nueva Yokel viento sopla la nieve
por todo esto camino
por ahí, hacia algún lugar
alguien debe estar
congelado hasta los huesos
el «New York Times»
dijo que era el invierno más frío
en los últimos
diecisiete años
pero yo no tenía
tanto frío
di vueltas con mi
vieja guitarra
logré agarrarme de
uno de los vagones del metro
y después de un viaje
de bamboleos, tumbos y vueltas
me bajé al otro lado
de la ciudad
Greenwich Village.
Caminé por ahí y
terminé
en una de esas
cafeterías
me subí al escenario
a cantar y a tocar
y aquel tipo, el
dueño del lugar me dijo: «Ven otro dia,
tu sonido es de
montañés,
y aquí necesitamos
cantantes Folk».
Asi que conseguí
tocar la armónica y comencé
soplando en mis
pulmones por un dólar al dia
soplé adentro, por
fuera, de arriba a abajo,
y el tipo me dijo que
amaba ese sonido que yo hacía
estaba delirando
acerca de cómo amaba él ese sonido
un dólar al
día, ese era el valor.
Y después de semanas
y semanas de puro vagabundear
encontré un empleo en
Nueva York
un lugar en grande,
también dinero en grande
me pagaban a mi
conveniencia.
Uno de esos grandes
hombres me dijo una vez
que hay gente que te
roba con una pluma fuente
no hacia mucha falta
pensar
para saber de qué
hablaba ese tipo.
Hay mucha gente sin
comida en la mesa
en cambio otros están
repletos de tenedores y cuchillos
y deben cortar algo.
Así que una mañana
cuando el sol calentaba
me largué de Nueva
York
me eché el sombrero
sobre los ojos
y salí a estirar la
cabeza por esos cielos del Oeste.
Adiós, Nueva York.
Dama mirada triste de las tierras bajas
Con esa boca tuya de mercurio en tiempos de
[misioneros
y tus ojos como el
humo y tus oraciones como rimas
y tu cruz
de plan y tu voz como las campana
¿Hay alguien que
pudiera esconderte?
con tus bolsillos
definitivamente protegidos
visiones de tranvías
en plena hierba
carne de seda y tu
cara como el vidrio
que pudiera
esconderte?
Dama mirada
triste de las tierras bajas
dónde profeta de la
triste mirada dice que no llegan
[los hombres
de almacén, mis
tambores de Arabia.
¿Podría dejarlos
todos en tu puerta, dama mirada triste,
o debería esperar?
Con mis sábanas de
metal y tu cinturón de encajes
y tu atavío de cartas
sin jotas ni ases
y tus vestidos de
sótano y tu cara funeraria
¿hay alguien que
pudiera desearte?
con tu
silueta cuando la luz del sol se va apagando
en tus ojos donde
navega la luna
y tus canciones de
cajas de fósforos y tus himnos gitanos
¿quién trataría de
apoderarse de ti?
Los reyes de tiro con
su lista de condenados
están esperando en
fila tus besos de geranio
y tú no sabrías cómo
puede suceder algo así
¿Cual de ellos
realmente quiere besarte?
Con tus llamas de
infancia en tu manto de medianoche
y tus modales
españoles y tus drogas de madre
y tu boca «cowboy» y
tus toques de queda
¿cuál de ellos va a
poder soportarte?
todos los granjeros y
los negociantes han decidido
mostrarte los ángeles
muertos que tanto esconden
¿Por qué te
escogieron a ti? ¿Cómo han podido
[equivocarse?
Están deseosos de que
estés condenada a sus granjas
pero con el mar a tus
pies y la falsa alarma del teléfono
y con el hijo de un
mono arropado en tus brazos
¿alguna vez podrían
convencerte?
con tu memoria de
hojas metálicas de pasillo de fábrica
[de conservas
y la revista de ese
marido tuyo que un día dijo adiós
la fresca dulzura que
jamás has podido esconder
¿cuál de ellos podría
utilizarte?
ahora te quedas con
tu ladrón, tiene su palabra
tu medallón sagrado y
la punta de tus dedos cruzados
y tu cara como la de
un santo y tu alma de fantasma
¿cuál de ellos podría
destruirte?
Día de langostas
Habían manchado y sudor.
Oh los jueces se
habían manchado
de lágrimas y sudor
los pájaros
volaban de árbol en árbol
habia muy poco qué
decir
no había conversación
cuando subí al
estrado
a recibir mi
graduación.
Y una langosta cantó
en la distancia
si, una langosta
cantaba una dulce melodía
oh, las langostas
cantaron en la distancia
sí, todas ellas
cantaron, cantaron pan mi.
Eché un vistazo al
recinto
donde hablaban los
jueces
la oscuridad estaba
en todas partes
aquello estaba listo
para irme
ya habia empezado a
caminar
pero al mirar de
nuevo
vi luz en la
habitación.
Y las langostas
cantaron, me dejaron helado
oh, todas ellas
cantaron con dulce melodía
las langostas
cantaron, jugaron con su gorjeo vacío y
[presuntuoso
las langostas
cantaban, cantaban para mí.
Detrás de aquellas
puertas estaban descargando los
[camiones
el tiempo estaba muy
caliente, cerca de novena grados
habia un hombre muy
cerca de mí
en ese momento estaba
explotando su cabeza
y yo estaba
rezando para que sus pedazos cayeran sobre
[mi
me puse la túnica y
recogí el diploma
cogí a mi chica por
la mano y de ahí nos marchamos
directo a las
montañas, a las montañas negras de
[Dakota.
De verdad me quedé
muy contento al salir de esa vida.
Cuando pinte mi obra
maestra
Las calles de Roma
están llenas de escombros
las huellas del
pasado están por todas partes
casi podrías creer
que estás viendo doble
desde las escalinatas
de España en una helada y sombría
[noche.
Vuelvo rápido a la
habitación del hotel
donde me di cita con
una preciosa nena de Grecia
que me prometió estar
a mi lado
cuando pine mi obra
maestra.
Las horas que pasé en
el Coliseo
esquivando leones y
perdiendo el tiempo
oh apenas pude
levantarme a ver aquellos reyes de la
[selva
de veras ha sido esta
una empinada larga y dura.
Ruedas de tren
moviéndose detrás de mi memoria
cuando corro por las
montañas detrás de un puñado de
[gansos salvajes
algún día todo esto
va a sonar como una rapsodia
cuando pinte mi obra
maestra.
Navegando por todo el
mundo en una sucia góndola
y estar de regreso en
la tierra de la Coca-Cola.
Dejé Roma y aterricé
en Bruselas
después de un viaje
tan desastroso que asi me hizo
[llorar
el clero en uniforme
y jovencitas ejercitando sus
[músculos
ahí estaban todos
cuando entré, preparados a recibirme.
Los periodistas
corriendo caramelos
debían ser sujetados
por la policia
algún día todo va a
ser diferente
cuando pinte mi obra
maestra.
TRAYÉNDOLO TODO A CASA BOB DYLAN
Estoy aquí observando el desfile/ sintiéndome como una mezcla de sleepy john estes. jayne mansfield. humphrey bogart/ mortimer suerd/ murph the surf y así sucesivamente/ un autoestopista erótico con una manta japonesa atrae mi atención preguntándome si no me vio en el hootennanny aquél de Puerto Vallarta, Méjico/ yo le digo no usted debe haberse equivocado. sucede que soy una de las Supremes / entonces se quita la manta rápidamente y se convierte de pronto en un boticario de mediana edad. candidato a juez de distrito. empieza a gritarme eres tú. eres tú el que está causando todos esos alborotos en vietnam. acto seguido se vuelve hacia un grupo de personas y dice que si saliera elegido, me haría electrocutar públicamente el próximo cuatro de julio. miro a mi alrededor y todas esas personas a quienes habla llevan sopletes/ ni que decir tiene que me largo echando leches y regreso al tranquilo y agradable campo. estoy allí escribiendo ¿QUEEE? en mi pared favorita cuando... quién pasaría en un reactor sino mi ingeniero de grabación “he venido para recogerte a ti y a tus últimas obras de arte. ¿necesitas que te ayude con algo?”
(pausa)
mis canciones están escritas con el timbal en
mente/ un toque de algún color angustioso. innombrable. evidente. y a la gente
quizá le guste una dulce cantante brasileña... he renunciado a cualquier
intento de alcanzar la perfección/ que la casa blanca esté llena de dirigentes
que nunca han estado en el teatro Apolo me sorprende. el porqué Allen Ginsberg
no fue llamado a leer poesía en la toma de posesión me confunde/ que alguien
piensa que Norman Mailer es más importante que Hank Williams, estupendo, no
tengo argumentos que oponer y nunca bebo leche. preferiría modelar
portaarmónicas antes que discutir de antropología azteca/ literatura inglesa. o
historia de las naciones unidas. yo acepto el caos. no estoy seguro de que él
me acepte a mí. sé que hay algunas personas que sienten terror por la bomba.
pero hay otras que lo tienen de ser vistas llevando una revista de cine
moderno. la experiencia enseña que el silencio es lo que más aterroriza a la
gente... estoy convencido de que todas las almas tienen algo superior en qué
ocuparse/ como el sistema escolar, un círculo invisible en el que nadie puede
tener ideas sin consultar a otro/ a pesar de esto, responsabilidad/ seguridad.
el éxito no significa absolutamente nada... no quisiera ser Bach. Mozart.
Tolstoi. Joe Hill. Gertrude Stein o James Dean/ están todos muertos. los
Grandes libros ya se han escrito. las Grandes frases ya se han dicho/ voy a
esbozaros un retrato de lo que de vez en cuando ocurre a vuestro alrededor.
aunque la verdad yo mismo tampoco entiendo muy bien lo que ocurre. sé
positivamente que mis poemas están escritos en ritmo de apoética distorsión/
divididos en oídos atravesados/ falsas pestañas/ sustraídas por personas que se
torturan continuamente unas a otras. con una ronroneante línea melódica de vaciedad
descriptiva--visto a veces a través de oscuras gafas de sol y otras formas de
explosión química. una canción es cualquier cosa que pueda caminar por sí
misma/ me dicen escritor de canciones. un poema es una persona desnuda...
algunas personas me dicen poeta
y entonces contesto a mi ingeniero de grabación
“sí. podría necesitar ayuda para meter esta pared
en el avión”.
Blues hablados de la tercera guerra mundial
Hace tiempo tuve un sueño desconcertante
Soñé que me había metido en la Tercera Guerra Mundial.
Al mismísimo día siguiente fui a ver al médico
Para ver qué me podía decir.
Me dijo que había sido un mal sueño.
De todas formas yo no estaba preocupado en absoluto.
Eran mis propios sueños y sólo existían en mi cabeza.
Dije yo: «Un momento nada más, doctor, me ha pasado una guerra mundial por la cabeza»
Dijo él: «Enfermera, coja su libreta; este chico está demente»
Me cogió por el brazo. Yo dije ¡ay!
Según aterrizaba en el diván del siquiatra.
Me dijo: «Cuéntamelo todo».
Bueno, pues todo empezó a las tres en punto de la madrugada,
Y al dar y cuarto ya había terminado.
Yo estaba en una alcantarilla con alguna amiguita,
Cuando decidí echar un vistazo por una tapadera
Para ver quién podía haber encendido las luces.
Me levanté a dar una vuelta
Y recorrí la ciudad vacía,
Me pregunté dónde podría ir,
Encendí un cigarrillo en un parquímetro
Y seguí carretera abajo.
Era un día normal.
Toqué el timbre de un refugio contra la lluvia radiactiva,
Asomé la cabeza y pegué un grito,
«Dadme una judía verde, soy un hombre hambriento».
Una escopeta disparó y yo salí huyendo.
No les culpo demasiado de todas formas,
El no me conocía.
En la esquina de abajo, junto a un puesto de perritos calientes,
Vi a un hombre, le dije: «Hola, tú, amigo»,
Y supongo que algo de aquello debía haber,
Gritó sólo un poquito y salió escapado.
Pensó que yo era un comunista.
Localicé a una moza y antes de que se pudiera ir,
Le dije: «Juguemos a Adán y Eva»
La cogí de la mano y tuve un ataque de palpitaciones,
Pero ella me dijo: «Sí, hombre, ¿estás loco o qué?»
«¿No has visto lo que pasó la última vez que empezaron?»
Vi la ventana de tu Cadillac allá en la ciudad.
No había nadie por allí.
Me senté al volante
Y tiré por la calle cuarenta y dos abajo
En mi Cadillac.
Buen coche ése para conducir después de una guerra.
Bueno, pues como recordaba haber visto algún anuncio,
Puse la emisora de emergencia
Pero no había pagado la factura,
Y aquello no funcionaba ni medio bien.
Puse en marcha mi tocadiscos,
Era Rock A Day y Johnny cantaba,
«Dile a tu Pa, dile a tu Ma,
Que nuestros amores van en aumento, Ooh-wah, Doh-wah .»
Me sentí así como solitario y triste,
Necesitaba hablar con alguien,
Así que llamé al reloj de la Telefónica
Aunque sólo fuera por oír a alguien.
«Al oír la tercera señal
Serán las tres en punto».
Lo estuvo diciendo durante más de una hora
Y luego colgué.
Bueno, pues el doctor me interrumpió como por aquí
Diciendo: «¡Eh! Yo también he estado soñando eso mismo últimamente»
«Pero mi sueño era algo distinto, verás
Yo soñaba que el único que quedaba después de la guerra era yo,
Y no te veía por allí».
El tiempo pasó y ahora parece
Que todo el mundo sueña lo mismo.
Todos se ven paseando por ahí y no ven a nadie más.
La mitad de la gente puede estar a medias en lo cierto continuamente
Unos cuantos pueden estar en lo cierto alguna vez,
Pero nadie puede estar en lo cierto todo el tiempo.
Me parece que esto lo dijo Abraham Lincoln.
Os dejaré aparecer en mis sueños si me dejáis que aparezca en los vuestros.
Esto lo he dicho yo.
Dama de los ojos tristes de las tierras bajas
Con tu boca de mercurio en la era de los misioneros.
Y tus ojos como de humo y tus rezos que parecen rimas,
Y tu cruz de plata, y tu voz de campanillas
¿Quién creen que podría enterrarte?
Con tu bolsillos por fin bien protegidos
Y tus visiones de tranvías que dejas sobre la hierba
Y tu piel de seda, y tu cara como el cristal
¿A quién crees que podrían convencer para que te llevara a cuestas?
Dama de los ojos tristes de las tierras bajas,
De donde dice el profeta de los ojos tristes que no viene nadie,
Mis ojos de almacén, mis tambores árabes
¿Debería tal vez dejarlos junto a la verja?
O, Dama de los ojos tristes, ¿debería acaso esperar?
Con tus sábanas como el metal y tu cinturón de encaje,
Y tu mazo de cartas sin la sota ni el as,
Y tus vestidos de sótano, y tu cara hueca,
¿Quién de ellos pudo pensar que podría adivinar lo que harías?
Con tu silueta cuando la luz del sol se va apagando
En tus ojos, donde nada la luz de la luna,
Y tus canciones de caja de cerillas y tus himnos gitanos,
¿Quién de ellos querría intentar impresionarte?
Dama de los ojos tristes de las tierras bajas,
De donde dice el profeta de los ojos tristes que no viene nadie,
Mis ojos de almacén, mis tambores árabes
¿Debería tal vez dejarlos junto a la verja?
O, Dama de los ojos tristes, ¿debería acaso esperar?
Los reyes de Tiro, con su lista de presos,
Esperan en fila sus besos de geranio.
Y tú no podías saber que ocurriría así
Pero, ¿quién de entre todos ellos desea realmente besarte?
Con las llamas de tu infancia en tu manta de medianoche.
Y tus modales a la española y las drogas de tu madre.
Y tu boca de vaquero, y tus elogios de toque de queda.
¿Quién de ellos crees que se te podría resistir?
Dama de los ojos tristes de las tierras bajas,
De donde dice el profeta de los ojos tristes que no viene nadie,
Mis ojos de almacén, mis tambores árabes
¿Debería tal vez dejarlos junto a la verja?
O, Dama de los ojos tristes, ¿debería acaso esperar?
Los granjeros y los negociantes decidieron entre todos
Enseñarte que lo que solían esconder eran los ángeles muertos.
Pero, ¿por qué tuvieron que elegirte a ti para que te pusieras de su lado?
¿Cómo pudieron equivocarse contigo de ese modo?
Hubieran querido que cargaras con las culpas de lo de la granja,
Pero con el mar a tus pies y la fingida falsa alarma,
Y con el hijo de un maleante recogido en tus brazos,
¿Cómo iban a poder convencerte?
Dama de los ojos tristes de las tierras bajas,
De donde dice el profeta de los ojos tristes que no viene nadie,
Mis ojos de almacén, mis tambores árabes
¿Debería tal vez dejarlos junto a la verja?
O, Dama de los ojos tristes, ¿debería acaso esperar?
Con tus recuerdos de la calle de los enlatadores como láminas de metal,
Y tu marido de revista que tenía que irse algún día,
Y tu delicadeza de ahora, que no puedes ocultar,
¿Quién de ellos crees que te daría empleo?
Ahora estás con tu ladrón, estás en su libertad bajo palabra
Con el medallón sagrado que acabas de doblar con tus propios dedos.
Y tu cara de santa, y tu alma de fantasma,
¿Quién de entre todos ellos pudo jamás pensar que te podrían destruir?
Dama de los ojos tristes de las tierras bajas,
De donde dice el profeta de los ojos tristes que no viene nadie,
Mis ojos de almacén, mis tambores árabes
¿Debería tal vez dejarlos junto a la verja?
O, Dama de los ojos tristes, ¿debería acaso esperar?
Flotando en el viento
¿Cuántos caminos debe recorrer un hombre
Antes de que le llaméis hombre?
¿Cuántos mares debe surcar la blanca paloma
Antes de dormir sobre la arena?
¿Cuántas veces deben volar las balas de cañón
Antes de ser prohibidas para siempre?
La respuesta, amigo mío, está flotando en el viento,
La respuesta está flotando en el viento,
¿Cuántas veces debe un hombre mirar hacia arriba
Para poder ver el cielo?
¿Cuántos oídos debe tener un hombre
Para poder oír a la gente llorar?
¿Cuántas muertes serán necesarias para que comprenda
Que ya ha habido demasiados muertos?
La respuesta, amigo mío, está flotando en el viento,
La respuesta está flotando en el viento,
¿Cuántos años puede permanecer una montaña
Antes de ser arrastrada al mar?
¿Cuántos años pueden algunas gentes vivir
Antes de conocer la libertad?
¿Cuántas veces puede un hombre volver la cabeza
fingiendo no ver nada?
La respuesta, amigo mío, está flotando en el viento,
La respuesta está flotando en el viento.
Hace mucho tiempo, muy lejos...
Predicar sobre la paz y la hermandad
¡Oh!, ¡cuál puede llegar a ser el precio!
Un hombre lo hizo hace ya mucho tiempo
y le colgaron de una cruz.
Hace mucho tiempo, muy lejos,
Estas cosas ya no pasan hoy en día.
Las cadenas de esclavos
Se arrastraban por el suelo
Con las cabezas y los corazones agachados
Pero esto fue en tiempos de Lincoln
Y eso fue hace mucho tiempo.
Hace mucho tiempo, muy lejos
Cosas como ésta ya no pasan hoy en día.
Las armas de guerra se dispararon salvajemente
El mundo entero sangró
Los cuerpos de los hombres flotaron en las orillas
De océanos de barro.
Hace mucho tiempo, muy lejos,
Cosas como ésta ya no pasan hoy en día.
Un hombre tenía mucho dinero
Otro no tenía ni para comer
Un hombre vivía como un rey
El otro mendigaba en la calle
Hace mucho tiempo, muy lejos
Estas cosas ya no pasan hoy en día.
Un hombre murió por un cuchillo muy afilado
Un hombre murió por la bala de un rifle
Un hombre murió de tristeza
Al ver el linchamiento de su hijo
Hace mucho tiempo, muy lejos
Cosas como ésta ya no pasan hoy en día.
Los gladiadores se mataban los unos a los otros
Esto fue en tiempos de los romanos
La gente les vitoreaba con los ojos inyectados en sangre
Mientras los ojos y la mente se cegaban
Hace mucho tiempo, muy lejos
Cosas como ésta ya no pasan hoy en día.
Y hablar de paz y hermandad
¡Cuál puede llegar a ser el precio!
Un hombre lo hizo hace mucho tiempo
y le colgaron de una cruz.
Hace mucho tiempo, muy lejos
Cosas como ésta ya no pasan hoy en día. ¿No?
Ayudadme en mi miseria
Oí al vagabundo decir
Cuando le sacaban del tribunal
Y se lo llevaban
«Mi camino no ha sido agradable
Y me queda poco tiempo,
Y sigo sin saber
Qué mal le he hecho yo a nadie»
El juez se quitó la toga,
Sus ojos se llenaron de lágrimas
«Jamás lo comprenderías», le dijo,
«¿Por qué tienes que intentarlo?» ,
Fuera el público alborotaba,
Se le podía oír desde la puerta,
Dentro el juez bajaba del estrado
Mientras el jurado clamaba pidiendo más.
«¡Oh!, callen ya a ese maldito jurado»,
Gritaron el asistente y la enfermera.
El juicio ya fue bastante malo,
Pero esto es diez veces peor.
Justo entonces, un rayo,
Reventó el Juzgado,
Y mientras todo el mundo caía de rodillas a rezar,
El vagabundo escapó.
Sólo un vagabundo
Al ir caminando un día, en un rincón
Vi a un viejo vagabundo tumbado en un portal
Su cara se apretaba contra el frío suelo de la acera
Y calculé que debía llevar allí toda la noche o más.
Era sólo un vagabundo, pero ya falta uno más
No deja atrás a nadie que cante su triste canción
No deja atrás a nadie que le lleve a casa
Sólo un vagabundo, pero ya falta uno más.
Una manta de papeles de periódico cubría su cabeza.
El escalón era su almohada, la calle era su cama
Una mirada a su cara permitía ver el largo camino que había recorrido
Y un puñado de dinero dejaba ver las monedas que había mendigado.
Era sólo un vagabundo, pero ya falta uno más
No deja atrás a nadie que cante su triste canción
No deja atrás a nadie que le lleve a casa
Sólo un vagabundo, pero ya falta uno más.
¿Hace falta acaso ser muy hombre para ver toda la vida derrumbarse?
¿Para mirar al mundo desde un agujero en el suelo?
¿Para esperar el futuro como un caballo que se ha quedado cojo?
¿Para yacer en el arroyo y morir sin un nombre?
Soñé que veía a San Agustín
Soñé que veía a San Agustín
Tan vivo como tú y yo,
Atravesando a toda velocidad estos cuartos
En la más absoluta de las miserias.
Con una manta bajo el brazo
Y un abrigo de oro macizo
Buscando precisamente las almas
Que ya habían sido vendidas.
«Despertad, despertad», gritó con fuerza,
Con voces desmesuradas
«Salid talentudos reyes y reinas
Y escuchad mi triste queja.
No hay un solo mártir entre vosotros
Al que podáis llamar vuestro,
Pero seguid vuestro camino con conformidad,
y sabed que no estáis solos".
Soñé que veía a San Agustín,
Vivo y echando fuego por la boca
Y que yo era uno de los que
Le echaron a morir a la calle.
Y me desperté encolerizado
Tan solo y aterrorizado,
Que apoyé los dedos contra el cristal,
Y agaché la cabeza y lloré.
Soy un vagabundo solitario...
Soy un vagabundo solitario
Sin familia ni amigos.
Allí donde podría empezar la vida de cualquiera,
Es exactamente donde acaba la mía.
He probado suerte en el soborno,
El chantaje y el fraude,
Y he cumplido condenas por todo
Menos por pedir en la calle.
Hubo un tiempo en que yo era un hombre próspero,
No me faltaba de nada,
Tenía oro de catorce quilates en la boca
Y seda en mis espaldas,
Pero no confié en mi hermano,
Le hice caer en desgracia,
Y esa fue la causa de mis desdichas.
Lo que me llevó a desaparecer deshonrado.
Amables señores y amables caballeros,
Pronto me habré ido,
Pero sólo déjenme que les advierta una cosa
Antes de seguir mi camino,
Cuiden de estar libres de mezquinas envidias
Y no se guíen por el código de nadie,
Y guárdense sus juicios para ustedes mismos
O acabarán donde yo.
Hay un tren de hierro, que ha estado rodando a lo largo de los años
Con una caja de combustible llena de odio y un horno lleno de temores
Si alguna vez le habéis oído, o habéis visto su carcasa rota de color de sangre.
Entonces habéis oído mi voz cantando y sabéis cómo me llamo.
¿Os habéis parado alguna vez a pensar en todo el odio que lleva?
¿Habéis visto alguna vez a sus pasajeros, a sus pobres almas confusas y enloquecidas?
¿Habéis empezado a pensar que tenéis que detener ese tren?
Entonces habéis oído mi voz cantando y sabéis cómo me llamo.
¿Os cansáis alguna vez de los sonidos sermoneantes del miedo
Cuando han golpeado vuestra cabeza y martilleado en vuestros oídos?
¿Habéis preguntado sobre ello y no os han contestado?
Entonces habéis oído mi voz cantando y sabéis cómo me llamo.
Me pregunto si los líderes de las naciones son conscientes
De este mundo asesino que me dejan en las manos
¿Os habéis quedado despiertos alguna noche preguntándooslo?
Entonces habéis oído mi voz cantando y sabéis cómo me llamo.
¿No habéis estado nunca a punto de decir, o habéis dicho para vosotros mismos
Que la persona que está a vuestro lado puede estar equivocada?
¿Acaso el delirio de los locos hace enloquecer vuestras tripas?
Entonces habéis oído mi voz cantando y sabéis cómo me llamo.
¿Os deprimen acaso los maniáticos asesinos y los que odian?
¿Os marean la política y los sermones?
¿Os duele el corazón con los incendios de autobuses?
Entonces habéis oído mi voz cantando y sabéis cómo me llamo.
Una fuerte lluvia va a caer
¿Dónde has estado hijo mío
de los ojos azules ?
¿Dónde has estado mi pequeño
querido?
He tropezado en el costado de doce
montañas nubladas
He caminado y gateado en seis
autopistas inclinadas
Me he parado en el medio de siete
forestas tristes
He estado afuera de frente a una docena
de océanos muertos
He estado diez mil millas en la boca
de una tumba
Y es una fuerte, fuerte, fuerte, fuerte
Y es una fuerte lluvia la que va a caer.
¿Qué has visto hijo mío
de los ojos azules?
¿Qué has visto mi pequeño
querido?
Vi un niño recién nacido con lobos salvajes
a su alrededor;
Vi una carretera de oro sin nadie
en ella
Vi una rama negra con sangre
que seguía cayendo
Vi un cuarto lleno de hombres
con martillos ensangrentados
Vi una blanca escala toda cubierta
de agua
Vi diez mil conversadores con las lenguas
todas rotas
Vi revólveres y espadas filosas en las manos
de pequeñuelos
Y es una fuerte, fuerte, fuerte, fuerte,
Y es una fuerte lluvia la que va a caer
¿Qué escuchaste hijo mío
de los ojos azules?
¿Qué escuchaste mi pequeño
querido?
Escuché el sonido del relámpago
que bramaba advertencias
Escuché el rugido de una ola capaz
de inundar al mundo entero
Escuché a cien tarn-tarns cuyas manos
estaban incendiadas
Escuché a diez mil murmurando
y nadie escuchaba
Escuché a una persona morir de hambre
y a muchos reírse
Escuché la canción de un poeta que murió
en el arroyo
Escuché los sonidos de un payaso que lloraba
en el callejón
Escuché el sonido de una persona que clamaba
ser humano
Y es una fuerte, fuerte, fuerte, fuerte
Y es una fuerte lluvia la que va a caer.
¿A quién encontraste hijo mío
de los ojos azules?
¿A quién encontraste mi pequeño
querido?
Encontré a un chico al lado de un pony muerto
Encontré a un blanco arrastrando a un perro negro
Encontré a una joven cuyo cuerpo se quemaba
Encontré a un joven que me dio un arco iris
Encontré a un joven que estaba herido de amor
Encontré otro hombre herido de odio
Y es una fuerte, fuerte, fuerte, fuerte,
Y es una fuerte lluvia la que va a caer.
¿Que harás ahora hijo mío
de los ojos azules?
¿Qué harás ahora mi pequeño
querido?
Me voy afuera antes que la lluvia
comience a caer
Caminaré hacia las profundidades de la foresta
oscura más profunda
Donde la gente es numerosa y sus manos
están vacías
Donde las píldoras de veneno están inundando
sus aguas
Donde la casa del valle encuentra
la prisión húmeda y sucia
Donde el rostro del verdugo está siempre
bien escondido
Donde el hambre es feo, donde las almas
son olvidadas
Donde el color es negro, donde nada
es el número
Y yo diré y lo hablaré y lo pensaré
y lo respiraré
Y lo reflejaré desde la montaña para que todas
las almas lo puedan ver
Entonces me pararé sobre el océano hasta
empezar a hundirme
Pero sabré bien mi canción antes de empezar
a cantar
Y es una fuerte, fuerte, fuerte, fuerte,
Y es una fuerte lluvia la que va a caer.
Bob Dylan nació con el nombre de Robert Allen Zimmerman el 24 de mayo de 1941 en Duluth, Minnesota, donde su padre trabajaba para una compañía petrolera. En 1947 la familia se mudó a un pequeño pueblo. Allí fue don Bob Dylan comenzó a leer poemas y se interesó por la música, aprendiendo a tocar el piano y la guitarra.
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